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Liliana Barreto. (Fotografía: Isabel Toribio) |
Sobre su rostro trigueño se
pronunciaban la madurez de sus años que
no habían pasado en vano. Desde aquella habitación saturada de libros coloridos, ella esperaba
impaciente el regreso de su felicidad condensada en esas pequeñas almas puras y
risueñas que desbordaban su alegría en cada espacio del recinto y como un efecto de rebote, se grababan profundamente
en su corazón. Ella no solo es maestra
de escuela, sino maestra de la vida.
“Fundé esta institución educativa
de nivel inicial y primaria hace 22 años”. Indica la señora Liliana Barreto
quién profesora de vocación pues, desde muy joven, tenía en claro la carrera profesional que desearía seguir. “Yo
vengo de una familia de profesores; mi
padre lo era y algunos tíos también y como puede ver no he roto la cadena….mis hijos también son
profesores, todos son mayores ya están casados y gracias a Dios nunca les falta
trabajo” contaba Liliana mientras no dejaba de tocar los delicados pétalos de
las flores que estaban aguardando sobre un balde rojizo que minutos antes de
llegar, se disponía a llevárselos ante su madre fallecida hace 10 años. Madre
que siempre le inculcó buenos valores y principios que son transmitidos a los
pequeñitos en cada clase de la mañana.
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Fachada del C.E. "Christian Barnard". (Fotografía: Isabel Toribio) |
Sus 58 años de edad no solo son
el reflejo innato de entrega y pasión pedagógica sino, como cualquier ser humano que busca el
progreso y la mejora continua, hace 3 años aproximadamente decidió formar una organización
que se proyecte a mejorar las
condiciones de vida no solo de sus pequeños alumnos, sino de la población infantil
y juvenil en general. Es así que en el 2001 nace la asociación “Progreso y
desarrollo” conformada por seis personas” que incansablemente están solicitando
apoyo a la Municipalidad Distrital de la Esperanza para la debida construcción
de espacios recreativos conocidos como los complejos deportivos que brinden un
entretenimiento sano y divertido, aunque muchas veces tengan que esperar muchos
años.
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Aula de clases del nivel inicial. (Fotografía: Isabel Toribio) |
La tranquilidad de aquella tarde
le permitió recostar su cabeza sobre aquella mesa gris que aguardaba algunos crayones
partidos a la mitad y retazos de hojas de color. Las paredes marcadas por los
balones de fútbol y de vóley no la dejaban dormir cada noche, pues el recordar
la restricción que tenía sus pequeños pupilos de jugar en los ambientes de
clase la aquejaba sin remedio, esa mañana al despertar ella demostró que el
mejor maestro y ejemplo a seguir se reconoce en la práctica. Era hora de poner en marcha aquel proyecto que
había tenido en mente desde hace varias épocas atrás.
“Nosotros como organización
siempre hemos buscado desarrollar proyectos que satisfagan las necesidades de
la comunidad, como muchos lo saben, hace muchos años atrás, La Esperanza y
posteriormente Manuel Arévalo eran lugares que pasaban por alto las autoridades
y nosotros no podíamos acceder si quiere a las necesidades básicas… pero como
bien se demostró en esos años si todos
los vecinos se unen y trabajan arduamente se puede lograr grandes cosas…” Indica
la señora Barreto, quién mientras
parafraseaba alguno de los pensamientos de seguro de sus familiares y amigos
fallecidos o ancianos, no podía ocultar tan evidente entusiasmo por seguir en
la búsqueda constante del progreso y desarrollo para su comunidad.
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Interior del complejo deportivo "Amauta". (Fotografía: Isabel Toribio) |
Precisamente este año se acaba de
inaugurar el complejo deportivo “Amauta” curiosamente ubicado frente a la institución
educativa donde enseña, ella nos comentaba que este proyecto estaba en petición
a las autoridades municipales desde hace 11 años quienes han estudiado al
detalle la solicitud. En el año 2012 se aprobó el proyecto, se empezó de manera
inmediata a diseñar los planos, los cuales fueron sometidos a recomendaciones por
parte de la organización “Progreso y desarrollo”. “Los arquitectos empezaron a
movilizarse y a tener contacto con la población para ver si estaban de acuerdo
en los espacios otorgados a cada deporte.
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Cancha de fútbol del complejo deportivo "Amauta".
(Fotografía: Isabel Toribio) |
El complejo deportivo “Amauta”
cuenta con dos canchas de fútbol; la más pequeña está cubierta por grass
sintético y la segunda por grass natural, siendo de mayor amplitud. Ambos
espacios deportivos está debidamente condicionados por tribunas acorde al
límite del espacio.
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Espacio recreacional del complejo deportivo "Amauta".
(Fotografía: Isabel Toribio) |
Y para aquellos que prefieren
jugar entre los pasamos, competir a “quién llega más alto” en los columpios o
simplemente girar y girar hasta decir basta de tanta emoción, el moderno
complejo deportivo cuenta con un espacio recreativo que dispone de pasamanos
coloridos, columpios, sube y bajas, casitas y puentes a base de madera y como no mencionar al carrusel
impulsado por las manos hiperactivas de los incansables niños.
Cada tarde, Liliana desde su
ventana observa como las madres llevan a sus hijos a divertirse en los juegos
recreacionales y en la puerta como si fuesen llamados por instinto se
encuentran los raspadilleros y demás personas que venden golosinas y galletas,
productos de alto consumo entre los engreídos del hogar. Pero aquella mujer que parecía
cansada, realmente estaba llena de vida y con inmensas ganas de seguir luchando
creo yo, en busca de seguir alegrando
los corazones más nobles que pueden existir sonre la tierra. Los niños.
Sus manos no dejaban de sobre ponerse
una sobre otra, una gota de incertidumbre bordeaba su pronunciada frente en forma de sudor, la impaciencia la está
consumiendo, después de haber tocado varias puertas, de recorrer largos caminos
y de desgastar sus vistas sobre el vidrio transparente de su ventana a la
espera de una respuesta, parecía que el gran sueño de la organización empezaba hacerse
realidad.
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Fachada del complejo ecológico "Jerusalén". (Fotografía: Isabel Toribio) |
Mi curiosidad no se hizo esperar
y le pregunté sobre un parque que divisé minutos antes de entrar a su centro de
estudios, estaba enrejado; en su interior se hallaba una pileta sin
funcionamiento, los acabos eran agradables a la vista y la variedad de plantas ornamentales
me hicieron creer que no solo era un espacio
más; “…Mire este es un documento que
acabamos de enviar al actual Alcalde de La Esperanza; el arquitecto Marcelo”
precisó, mientras permitía que le tomara un par de fotografías a la evidencia.
Liliana había enviado al alcalde una cantidad de firmas que avalen las
peticiones de terminar de implementar el complejo ecológico de Jerusalén, en el
cual estaba previsto tener el acompañamiento de animales tales como vicuñas,
alpacas y llamas.
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Interior del complejo ecológico "Jerusalén". (Fotografía: Isabel Toribio) |
Maestra, hoy no solo conocí a una
excelente mujer que se dedica en cuerpo y alma a los niños, también les predica
con el ejemplo, estoy segura que cada día estos pequeños los pasos de Liliana. Buscar el beneficio social y no propio.
Escrito por: Isabel Toribio